Tuesday, December 18, 2007

Algunos conceptos de la filosofía taoísta

TZU-JAN. EN SÍ MISMO.

El tao funciona por sí mismo. Su naturaleza es ser y, como se dice en chino, tzu-jan, que significa "de sí mismo", "por sí mismo" o "sí mismo". Tzu-jan es lo que queremos decir cuando describimos algo como automático, o cuando decimos que algo ocurre automáticamente. A veces traducimos esta expresión como "naturaleza", como cuando hablamos sobre la naturaleza de las montañas, de los pájaros, de las abejas y de las flores. En chino, ese tipo de "naturaleza" es el tzu-jan.

El sentido fundamental de todo esto es que el tao funciona por sí mismo. Todo lo que es natural funciona por sí mismo, y no hay nada que esté por encima de él y lo haga ponerse en marcha. De la misma manera, nuestro propio cuerpo funciona por sí mismo. No tenemos que decidir cuándo y cómo va a latir nuestro corazón, sino que simplemente ocurre. No decidimos cuándo vamos a repsirar, sino que nuestros pulmones se llenan y se vacían por sí mismos, sin que hagamos ningún esfuerzo. Nosotros no determinamos la estructura de nuestro sistema nervioso o de nuestros huesos, ya que ellos se desarrollan por sí mismos.

Así, el tao se mueve por sí mismo. Y como siempre existe un elemento básico de la vida que no podemos definir (del mismo modo que el tao no puede ser definido), no se puede controlar. En otras palabras: no podemos salir de nosotros mismos para definirnos o para controlarnos. Lao Tse diría, además, que como el hombre es parte integral del universo natural, no puede esperar controlar la naturaleza como si fuera un objeto separado de él. No podemos salir de ella para dominarla. Recuerda que tu corazón late "por sí mismo" y que si le das la oportunidad, tu mente también puede funcionar por sí misma, aunque a la mayoría de nosotros nos produce miedo darle esa posibilidad.

WU WEI. NO FORZAR.

Cuando sentimos que somos capaces de dominarnos a nosotros mismos, ser dueños de nosotros mismos o convertirnos en los amos de la naturaleza, lo que sucede es que en realidad no conseguimos salir de la naturaleza o de nosotros mismos. Por el contrario, hemos forzado nuestra manera de verlo para satisfacer una ilusión que nos hace pensar que son objetos controlables y, al hacerlo, indefectiblemente provocamos un conflicto dentro del sistema. Enseguida nos damos cuenta de que la tensión que existe entre nuestra idea de las cosas y las cosas mismas nos pone en desacuerdo con la manera de ser de las cosas.

Por eso podemos decir que "no forzar" es el segundo principio del tao (siendo la espontaneidad o la actividad en sí misma el primero). en chino, el segundo principio se llama wu wei, y literalmente significa "no hacer", pero es mucho mejor traducirlo dándole el significado de "no forzar" o "no obstruir". En relación con el tao se refiere al sentido de que la actividad de la naturaleza no se obstruye a sí misma. Todo funciona a la vez como una unidad y nunca separa una parte para que funcione por sí misma.

El wu wei también se aplica a la actividad humana y se refiere a una persona que no se interpone en su propio camino. Igual que cuando trabajamos no actuamos siempre según nuestro propio criterio, el wu wei es el camino de la no obstrucción o no interferencia. Éste es el principio taoísta más práctico de la vida.

(...)

Suponte que estás cortando madera. Si lo haces en la dirección contraria al sentido del crecimiento del árbol, será muy difícil cortarla. Si sigues el sentido de las vetas, en cambio, será muy fácil cortarla. O también, algunas personas quieren serrar la madera muy deprisa y fuerzan la sierra para acabar antes. Pero entonces, ¿qué ocurre? Cuando le dan la vuelta a la tabla se dan cuenta de que la parte posterior está llena de astillas y, además, de que se han cansado mucho. Cualquier carpintero experto te dirá: "Deja que la sierra haga su trabajo y que sus dientes hagan el corte". Si le haces caso verás que es muy fácil cortarla, y que si permites que la hoja avance adelante y atrás la madera se cortará muy fácilmente.

Como dice el refrán: "Despacito y buena letra". Éso es el wu wei. Observa la línea de las cosas, la manera de ser de las cosas. Muévete de acuerdo con ellas y el trabajo será muy sencillo.


Extraído de TAO Y ZEN. UNA INTRODUCCIÓN PARA OCCIDENTE, de Alan Watts. Ed. RBA. Págs. 36-39. Las negritas y los enlaces, claro está, son míos.

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