Surrealismo total

Surrealismo total. Exactamente. Eso puede ser perfectamente el resumen de este último fin de semana. Han sido muchas cosas: si ya cualquiera de ellas por sí sola me podría haber dejado completamente mal, todas juntas no sé ni cómo me han dejado. Pero es que ha habido de todo... celos, amor (o desamor mejor dicho), peligro de perder a alguien, conversaciones inolvidables, pudor, sangre, alcohol, lágrimas (muchas lágrimas), llamadas agobiantes, perspectiva de muerte, hablar con casi desconocidos, odio (no sé si se le puede llamar odio cuando también es amor), tensión familar, abrazos, confesiones, gritos... y, sobre todo, cambios en los comportamientos habituales de la gente (incluyéndome a mí). Sólo ha faltado hablar de religión y política (un momento, de política no ha faltado hablar) y a todo esto no sé cómo aún sigo con esperanzas de aprobar un examen de cinco temas el lunes a primera hora...


Siempre me quejo (aunque no lo haya exteriorizado mucho) de que nadie se preocupa por mí. Pues bien, puedo decir que me he dado cuenta de que tengo a personas que se preocupan por mí más que yo misma... Repito, han sido muchas cosas... me ha dado tiempo a sentirme la peor persona del mundo, la más estúpida, la más cobarde, la más débil... Verlo ahora "de lejos" no me ayuda a expresar lo que he sentido, porque estoy mucho mejor, y en cierta manera creo que haber tocado fondo tantas veces es la mejor forma de subir de nuevo. Ves los dos extremos. Pero sigo sin saber ¿podré decir todo aquello que he pensado? ¿todo aquello que ha pasado por mi mente? ¿todo lo que he sentido? ¿o quizá eso pase y se olvide...? Esto también pasa y se termina olvidando... la angustia acaba, igual que la alegría acaba, cuando las canciones acaban... y las sensaciones de estar bien o mal acaban. Después queda otra cosa que estoy experimentando y que no sé definir... ¿vacío?

Pero siempre voy a ser yo, la que lo experimente todo y la que lo viva todo. Más que nunca me doy cuenta de que estoy verdaderamente viviendo MI VIDA. No sé por qué me extraña, como si pensara que a mí nunca me iba a pasar nada. Y el caso es que este fin de semana no he "hecho" nada; he dejado que todo simplemente "me pasara". Quizá ha sido en el que más emociones fuertes juntas he vivido, pero creo que por eso precisamente, porque no sabía ni cómo enfocar la situación, no he hecho nada, no he estado mal, ni bien, ni nerviosa, ni asustada, ni tampoco segura, ni pensativa... simplemente "no he estado".


De verdad, sigo sin saber de qué me quejo, con lo que me gusta ser la víctima siempre. Estoy deseando que me pase algo serio, para poder contarlo, para que alguien tenga compasión de mí, para poder quejarme... qué idioteces. ¿Os estáis dando cuenta de que estoy escribiendo lo que menos sentido tiene de todo lo que he escrito? Pero quizá... quizá, como me di cuenta ayer, la vida no tiene un sentido real. Y ya que esto lo estoy escribiendo "desde lo más profundo de mi ser", puede que sea lo que más acorde esté a la vida. Porque no es perfecto, ni la vida es perfecta, no está completa, no tiene respuestas para todo (ni mucho menos). Todo cambia; en este momento todo puede ser distinto a ayer, a mañana, al momento anterior o al momento siguiente. ¿Mi vida va a ser siempre así? ¡No! En poco tiempo he vivido cosas que no llegaba a imaginar (y que aún ni me las creo). La vida puede que sea así, a veces no se puede hacer nada, no intentemos cambiarlo, no intentemos definirla, porque sería controlarla; la vida, por definición, no se define.


Siempre termino intentando darle un buen y gran sentido a todo lo que escribo. Intenté quitarme esa manía, pero finalmente he decidido que es algo que no puedo evitar. Incluso cuando escribo sin pensarlo me salen tonterías que me gustaría que fuesen más racionales. Pero en realidad... tengo que dar un paso más. Dejaré de preocuparme y escribiré según mi mente me diga. No pierdo nada: a veces lo conseguiré y otras no; y gano algo: más libertad.

Sin ir más lejos, he empezado diciendo que estos días han estado totalmente alejados de la realidad y termino diciendo que precisamente la vida es así, sin sentido real. Y como siempre, me doy cuenta de que al principio no tenía razón: puede que esto haya sido lo más REAL que me ha pasado en la vida.